jueves

Ayer



Se fue el verano.

Inolvidables aquellas tardes sentadas en el poyete de la puerta de la calle comiendo pipas y contando los coches rojos (o azules, o blancos, o negros) que pasaban muy de tarde en tarde por la estrecha carretera.

Entonces había pocos autos, lo mismo que en aquellos días de la infancia, había  pocos sinsabores, desengaños y  preocupaciones.

Teníamos toda una vida por delante.

(Para ti, Maria)

Imagen: Mario Sánchez Nevado

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